Es la que vistió nada menos que Obdulio Varela, capitán de aquella selección uruguaya que doblegó a Brasil en su feudo ante 200.000 espectadores. El equipo dirigido por Tite sigue sin mostrar su mejor versión, pero con paso regular avanza a la siguiente ronda, aunque con la noticia de que su lateral, Marcelo, podría perderse el encuentro por una lesión. Es también el paso previo al Mar de Aral, escenario de una de las mayores catástrofes naturales de la historia.