». Todo teniendo como base un secreto de Polichinelo, una de las verdades absolutas tantas veces olvidadas del fútbol: cuanto menos pierdas la pelota, menos trabajo precisas para recuperarla”. También tiene la opción de vender las camisetas sin nombre y sin número. Los jugadores que se mantienen en la plantilla no han variado el número de su camiseta a excepción de José Giménez (por el actual) y el Cebolla Rodríguez (por el actual) cuya continuidad en el club ha sido duda hasta el último momento. ”. También José Gomes concuerda enteramente con la idea de que un eventual equilibrio posicional en ataque acaba por verse comprometido si, al perder la pelota, las referencias defensivas de los jugadores pasan a ser individuales. Su día a día no ha cambiado mucho tras el anuncio del alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez-Almeida, de un plan de lucha contra la venta ilegal que impulsará en septiembre para combatir esta actividad ilícita. «Marca», 20/07/1998) esclarece que le gusta que sus jugadores se diviertan en el campo y que, para eso, es necesario que tengan la pelota.
La zona pressing se hace para atacar, sobretodo si se hace en el medio campo adversario. Porque el pressing no se hace apenas con 2 o 3 jugadores, sino con todo el equipo, camisetas de futbol 2022 lo que permite tener muchos jugadores para atacar cuando se recupera la posesión. La perspectiva de Guilherme Oliveira apoya la de Frade (2002) cuando éste afirmaba que “la zona pressing es extremadamente compleja y difícil de poner en práctica. No es de extrañar que autores como Menotti (s.d.), Valdano (2001), Frade (1985, 2002) y Lillo (2003), entre otros, evidencien la importancia de los momentos de transición (no sólo ataquedefensa, sino también defensa-ataque). Para nosotros, la base del equilibrio defensivo de este equipo está en esta «subestructura» fija que Mourinho contempla, ese equilibrio es el que le permite, la deseada reacción fuerte en la transición ataque – defensa. Son “acciones que se dirigen al dominio de las situaciones de transición ataque-defensa”. FC Oporto no se agotó en las tareas de recuperación, nunca estuvo viendo para ella como si de un cuerpo extraño se tratase.
Como vimos, si se defiende para atacar, la organización defensiva de un equipo debe emanar (partir) de su organización ofensiva. En este sentido, Fernández (2003) nos dice que la organización ofensiva de un equipo debe englobar un conjunto de acciones que se asocian con el llamado equilibrio defensivo, con el cual se intenta que el equipo esté preparado y organizado ante cualquier pérdida del balón. Mercé Cervera, 2001), es decir, debe prepararse (organizarse) para el momento de la pérdida del balón. Ahora, tenemos que tener cuidado cuando la perdamos para no proporcionar al adversario tiempo y espacio para contra-atacar, mas ésa es una característica nuestra, que hemos venido trabajando desde siempre, y que es el momento de la pérdida de posesión del balón. Esto significa que un equipo que esté preocupado individualmente del rival, tendrá grandes dificuldades para preparar su ataque aún en fase defensiva, porque el tiempo es vital, en esta situación. Y el cerrar es ocupar el espacio en esa zona, para disminuir el tiempo de acción del adversario y obligarlo a jugar la pelota para otras zonas, no hacia nuestra portería”, explica. Considero que los jugadores están siempre muy bien posicionados, o sea, como dominan muy bien la relación de espacio entre ellos, da siempre la sensación de que ellos corren mucho, porque colocan siempre muchos jugadores en la zona efectiva de juego.
Las palabras de Mourinho (2003a) en relación a la final de la Copa de la UEFA frente al Celtic son claras: “Yo pienso que la mejor forma de jugar es que tengamos la pelota. «Record», 27/02/2003 en relación al partido de vuelta contra el Hertha de Berlim en la UEFA 2002/2003: “Dentro de lo que es nuestra filosofía de juego tenemos fuertes posibilidades de seguir adelante con mérito. ”. La misma constatación hace Tadeia (2003a) en un análisis del partido S.L. ”. L. señala que, “cuando atacamos, tenemos que tener clara la noción de que, cuando perdemos la posesión, no podremos conceder superioridad numérica al adversario. ” (Mourinho, 2002, cit. Son nuestras armas”. Ilustrativas son también las palabras de Pacheco (2003, cit. Y, de hecho, aunque un apasionado de la «zona presionante», Sacchi (1998, cit. De hecho, la «lucha» debe ser por la pelota, porque sólo tiene sentido defender para atacar. La intención debe ser robar la pelota, y robarla para algo, para atacar. Así, si es verdad que, como dice Tadeia (2003a), cuantas menos veces perdamos la pelota, menos tendremos que trabajar para recuperarla, también lo es que si nos organizamos, cuando la tenemos, para el momento de la pérdida, esto nos permitiría responder más rápida y eficazmente.